fotograma de "Jerry McGuire" (1996)

La frase más conocida de la película era “Enséñame el dinero” (Show me the money) auténtico mantra del protagonista que quería hacerse rico

Esta famosa frase de la película “Jerry McGuire” (1996) me sirve hoy de palanca en la que apoyarme para hablar de algo que muchas veces olvidamos y que los niños, por descontado, desconocen. Y que, a mi modo de ver, deberían conocer.

Como casi todo lo que escribo, esta reflexión viene de algo que me ocurre de manera recurrente en mis sesiones con los niños. En varias ocasiones (NO ha sido algo puntual), los niños de 2º ciclo de Primaria me comentaban que veían una serie archiconocida del Prime Time que, a mi modo de ver, no está orientada a sus edades. Cuando se lo comento, el grito es casi unánime “¡¡¡¡Pone que es para mayores de 7 años!!!!!”. Para ellos es asunto zanjado.

Pero como yo soy más “respondón” que ellos, no puedo evitar hacerles la siguiente reflexión:

  1. Las cadenas de TV son empresas que, como es lógico, buscan beneficios económicos (salvo la cadena pública, en principio)
  2. Nosotros no pagamos por ver televisión, luego sus ingresos vienen, principalmente, por la publicidad.
  3. Las empresas anunciantes no van a querer pagar, como es lógico, por anunciarse en un programa que vean tres personas. Estarán dispuestas a pagar, incluso mucho más, por estar en un programa que vean millones porque así tienen más compradores para sus productos.
  4. Los espectadores somos medibles (lo que llaman audiencia y que ya explicaré otro día). Es decir, se puede saber, aproximadamente, cuánta gente, y de qué edades, sexo y otros datos socio-demográficos, vemos qué cadena a qué hora.
  5. Cuanta más audiencia, más publicidad y más cara. Además, no todas las horas del día valen lo mismo. La más cara (y la mejor) es el Prime Time que cubre, en España, más o menos desde las 21:30 (aunque ahora se llama Acess Prime Time) hasta las 24:00h.

A partir de aquí, la reflexión es lógica:

Si yo, Cadena H, quiero ganar más dinero, necesito mucha audiencia. Por tanto no limitaré mucho las edades recomendadas para que los padres, ni los niños, se sientan tentados de no ver mi programa. Así, consigo mis objetivos.

Porque el negocio del audiovisual es eso. Un negocio. Por lo tanto, y de manera legítima, su objetivo último es ganar dinero. Y, al ser empresas privadas, cuanto más, mejor.

Por supuesto, no tengo nada que objetar a este respecto. Todos quisiéramos vivir de una forma desahogada sin preocuparnos de los gastos…

Lo que creo que es interesante que tengamos en cuenta es esto, que lo que consumimos en imágenes es una industria cuyo fin es repartir beneficios a sus accionistas. A veces, nos olvidamos. Especialmente en el caso de la televisión.

Cuando vamos al cine, al teatro, compramos un disco… pagamos una entrada o un precio. Tenemos noción de coste, de industria y vemos que hay alguien que recoge un beneficio y, en ese caso, podemos estar un poco más alerta.

Sin embargo, la mayoría de la televisión en España no nos cuesta nada a los espectadores. Simplemente la encendemos y ahí tenemos los programas. No tenemos una cuota mensual como en la televisión de pago, ni un canon anual como en Inglaterra… no pagamos, literalmente, un euro por nuestra televisión (si descontamos la parte de los Presupuestos Generales del Estado que se dirigen a RTVE).

Al ser así, y al tener un concepto de mero entretenimiento del audiovisual, bajamos la guardia y consumimos mensajes que, no siempre, nos convienen. Especialmente a los más pequeños.

Pero eso no es trabajo de las cadenas. Debería, pero no lo es, sólo hacen que parezca que lo es. Somos nosotros, como espectadores, los que debemos discernir si lo que vemos se adecúa a lo que pensamos y queremos ver. Y, más importante, si es lo que queremos que vean los más pequeños.

A mi hay programas que, como adulto, me gustan mucho. Me divierten o me interesan, pero que no veo adecuado para el público infantil por diversos motivos, el principal porque hay cosas que no van a captar o van a entender mal y luego replican comportamientos que no corresponden a su edad.

Sabiendo esto, y como funciona, creo que ya podremos estar más atentos y ayudarnos a nosotros mismos y a nuestros niños.

Y como me ha quedado un poco largo, os dejo dos Bonus Track en el post:

Bonus Track 1: os dejo un enlace a un reportaje muy, muy interesante que vi el domingo en La 2 sobre la información que consumimos y cómo influyen las marcas que se publicitan en las cadenas. Es largo, pero merece la pena para reflexionar. Se titula Sombras de Libertad

Bonus Track 2: Acabemos con algo un poco más ameno. Posiblemente la canción más famosa sobre el dinero, un clásico, disfrutadla. Nos vemos muy pronto!!