Hola amig@s, hoy se cumplen 50 años del estreno de una de esas películas espectaculares que rodó Hollywood en las décadas de los 50-60: “Cleopatra” (Joseph L. Mankiewicz, 1963).
Para aprender:
Esta película, como otras de su género, nos sirven para analizar un momento concreto de la historia del cine y poder explicárselo a los niños cuando nos sentemos ante la pantalla.
Estrictamente hablando, “Cleopatra” pertenece a un subgénero del Cine Histórico, el “peplum” o, para entendernos, cine de romanos. Sin embargo, no es eso lo que me interesa.
Como otras muchas películas de su época (“Quo Vadis?” (1951); “Ben Hur” (1959); “Los Diez Mandamientos” (1956)…) “Cleopatra” es producto de su época. Al fin y al cabo, ¿qué tienen todas estas películas en común? (aparte del hecho de pertenecer al género histórico).
Después de la Segunda Guerra Mundial y, sobre todo, en la década de los 50, el cine conoció a su peor enemiga y, a la vez, con quien mantendría (aún hoy día) una intensa relación de amor-odio: la televisión
La competencia fue tal, que el cine a punto estuvo de desaparecer. La gente no acudía a las salas y parecía la ruina de la industria (¿no os suena el argumento?). El cine respondió utilizando las técnicas a su alcance con las que el pequeño electrodoméstico casero no podía competir:
- Comenzó una auténtica carrera de películas en las que primaba la espectacularidad (de ahí la proliferación de cintas históricas o bíblicas). Se levantaban espectaculares decorados, se recreaban batallas con miles de extras (aún no existían los efectos digitales). Lógicamente, y para que se notara el despliegue de medios, las películas recurrían a grandes planos generales que mostraban en su totalidad los mastodónticos decorados (como por ejemplo el circo romano de la carrera de cuádrigas de “Ben Hur”).
- Utilizó las mejoras técnicas a su alcance como el cinerama o el cinemascope que producían imágenes espectaculares de un tamaño y una calidad de detalle nunca vistas hasta la fecha. De hecho, el formato alargado de estas técnicas no pudo adaptarse hasta las televisiones panorámicas con formato 16:9 teniendo que recurrir a las bandas o líneas negras en las partes superior e inferior de la imagen o, en el peor de los casos, a mantener el formato cuadrado de la TV con lo que las personas, sobre todo, se veían anormalmente alargadas.
- El color. En un momento en que la televisión aún era en blanco y negro, el perfeccionamiento de las técnicas de rodaje a color, con el Technicolor al frente, permitió disfrutar de las películas en colores frente al “apagado” blanco y negro.
- Historias épicas y actores famosos. Es la época del “Star System” hollywoodiense. Los grandes estudios recurren a actores y actrices muy reconocidos que sirvan de gancho a los espectadores. De hecho, por esta película, Elisabeth Taylor fue la PRIMERA actriz en cobrar un millón de dólares de la época.
La combinación de estos factores, dio como resultado películas que hoy se consideran obras maestras del cine-espectáculo con independencia de su resultado en taquilla (“Cleopatra” casi le cuesta la ruina a 20th Century Fox). Lo importante es que consiguieron lo que pretendían, atraer a los espectadores a las salas.
Algo parecido está ocurriendo ahora con la técnica del 3D y por el mismo motivo (caída de espectadores en cine frente a otros medios como la TV, internet…). Con la diferencia de que la televisión esta vez ha alcanzado las mismas técnicas en menos tiempo.
Y ahora, para poner fin a este post (y no enrollarme más) os dejo un pequeño bonus track recogido de Antena3 TV con algunas curiosidades (hay infinidad) del rodaje de “Cleopatra”. Para que luego digan de catástrofes…